Estrés hídrico

Cultivar mejor con menos agua: el reto de la eficiencia hídrica

A medida que se multiplican los episodios de estrés hídrico, la capacidad de los cultivos para utilizar el agua de manera más eficiente se convierte en una palanca estratégica para garantizar el rendimiento. Comprender los mecanismos de adaptación de las plantas y saber cómo reforzarlos abre el camino hacia una agricultura más resiliente.

Efficient Water Use

Ante el aumento de los episodios de estrés hídrico, producir en condiciones de escasez de agua ya no es algo excepcional. La eficiencia hídrica (water use efficiency o WUE, por sus siglas en inglés) se refiere a la capacidad de una especie para producir más, o lo mismo, con menos agua. Se trata de un indicador que ahora es fundamental en los grandes cultivos, especialmente sensibles a las pérdidas de producción en años secos. Mejorar esta eficiencia es un imperativo no solo para la economía agrícola, sino también para la seguridad alimentaria mundial.

Estrés hídrico: las plantas saben adaptarse

Para hacer frente a la falta de agua, las plantas activan sus propios mecanismos de resistencia: cierre parcial de los estomas para limitar la evaporación, desarrollo del sistema radicular para extraer agua a mayor profundidad y hasta ajustes metabólicos internos.

Estimular las plantas gracias a los fitoesteroles

Algunas moléculas presentes de forma natural en las plantas estimulan y refuerzan estos mecanismos. Este es el caso, en particular, de los fitoesteroles. Aplicado al follaje de forma preventiva, este principio activo de origen vegetal, explotado por Elicit Plant, desencadena desde su aplicación los mecanismos fisiológicos de respuesta al estrés, de forma anticipada. Así, la planta se prepara y se adapta a este contexto «ficticio» limitando su evapotranspiración y desarrollando sus raíces, lo que se traduce en un ahorro de recursos hídricos y una mayor resistencia a los episodios de sequía. De esta forma, también le permitirá reaccionar con mayor rapidez y eficacia cuando se produzca una situación de estrés real. Al combinar un profundo conocimiento de la fisiología vegetal con la innovación biológica, se abren nuevas vías para acompañar los cultivos de forma sostenible.

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